El niño, su edad
y su respuesta ante el divorcio.


¿El sufrimiento del niño,
varía según su edad?





No, varía su capacidad para manejarlo.




La frase que dice: "Tristeza es saber que el sol que te iluminaba, se ha apagado para siempre", refleja el sentimiento del niño, ante el divorcio de sus padres.




Esta sección te ayuda a:


1.- Entender la relación entre la edad del niño y su conducta.

2.- Conocer las características propias de cada etapa.






Diferentes edades, distintas conductas.



El divorcio de los padres, afecta a todos los niños.
Aun aquellos que vivían en un hogar con violencia intrafamiliar, de una u otra manera se ven afectados.

El dolor y el sufrimiento de los niños no terminan cuando se firman los papeles, puede durar varios años.

En ocasiones, los padres ya reorganizaron su vida y superaron el divorcio y los niños no han podido hacerlo.

Recuerda que cada niño es diferente y se expresa de manera distinta.

Si tu hijo parece muy tranquilo y poco afectado, obsérvalo.
Puede estar deprimido o negando sus sentimientos y la situación.
En éste último caso, ten presente que en algún momento va a surgir todo su dolor y quizás con mucha mayor fuerza o puede terminar en una depresión.

Por otro lado, cada edad tiene sus características propias, por lo que es importante que, ante los cambios de tu hijo, consultes con su médico y/o su maestro.

Por ejemplo, más o menos alrededor de los 18 meses y hasta los 2 o 3 años, los niños a todo dicen que no.
Este negativismo vuelve a aparecer durante la adolescencia, aunque de manera un poco diferente.

Por lo tanto, hay que tomar en cuenta los aspectos propios del desarrollo, para no achacarle al divorcio, cualquier cambio en el niño.

Pero teniendo cuidado, de no caer en el otro extremo y pensar que toda conducta es propia de la edad, ignorando el sufrimiento del tu hijo.

Independientemente de la edad, pueden darse problemas de conducta o respuestas agresivas.
La disciplina y los límites son sumamente importantes, siempre.

No compadezcas a tu hijo, entiéndelo y ayúdalo.
Aunque a veces es difícil, evita desquitar tu tensión y mal humor, con él.

No podemos establecer una relación rígida entre la conducta y edad del niño, ya que existen muchos factores relacionados con el niño en sí y la manera en que se desarrolla todo el proceso.

Sin embargo, existen ciertas pautas generales, que pueden ser una guía para entender al niño y para orientar a los padres respecto a qué hacer.


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Diferentes etapas de desarrollo infantil



De acuerdo a su edad, podemos agrupar a los niños, de la siguiente manera:

  • Bebés.

  • Niños de 1 a 3 años.

  • De 3 a 5.

  • De 5 a 12.

  • De 13 a 17 (adolescentes).







Bebés (menos de un año).



Los bebés no saben lo que está pasando.

No tienen la capacidad para hacerlo.

Pero sienten la tensión, los cambios constantes en las emociones de los padres y la intensidad de sus sentimientos.

Reciben menos atención y el tiempo que pasan con los padres, generalmente es de menor calidad.

Se vuelven más irritables, lloran frecuentemente y tienen cambios en sus hábitos de sueño y alimentación.

Es importante que trates de darles tranquilidad y seguridad.

¿Cómo?

Abrázalos, tócalos, mécelos y háblales con cariño.

Platícale, cántale y juega con él.

Si te es posible, pasa más tiempo con ellos.

Trata de que sus horarios y rutinas se alteren lo menos posible.

Que siempre tenga a la mano sus juguetes favoritos, su cobijita o cualquier objeto que es conocido o importante para él.

Pídele a alguna persona que el bebé conozca muy bien, que pase algún tiempo con él.

Si va a tener trato con personas desconocidas, deja que se acostumbre poco a poco a ellas.



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Los niños de 1 a 3 años.

 

A esta edad, los pequeños entienden que los papás no viven juntos, pero no entienden por qué.

Necesitan saber que su mundo es estable y predecible y el divorcio impide satisfacer esta necesidad.

Lloran constantemente, no quieren separase de la mamá y/o del papá

Pueden tener dificultad para dormir o pesadillas y tienden a regresar a conductas que ya habían superado, como chuparse el dedo, usar pañales, etc.

Dales mucha atención y cariño, sobre todo cuando te vas a separar de él, porque va al kinder o porque tú vas a salir.

Explícale, de manera que pueda entenderlo, que sus papás ya no van a vivir juntos, pero que los dos lo quieren mucho.

Es importante que lo sepa, porque:

 

  • ·         Va a ver que uno de sus padres no está,
  • ·         que el otro no es "como siempre" y
  • ·         va a escuchar cosas que no entiende, pero que puede interpretar a su manera.

Demuéstrale mucho cariño, tanto con palabras, como con caricias y gestos.
Evita todos los cambios que no sean indispensables es este momento.


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Los niños de 3 a 5 años.


También necesitan que su vida sea estable y predecible.

No entienden lo que el divorcio significa, pero les hace falta la presencia del padre que ya no vive con ellos.

Dado que son egocéntricos, es decir, que piensan que lo que sucede a su alrededor está provocado por ellos o que pueden controlarlo, se sienten culpables del divorcio y del sufrimiento de sus padres.

Creen que sucedió por algo que ellos hicieron.

O piensan que son responsables de su bienestar.

Constantemente tienen fantasías, en donde sus padres vuelven a vivir juntos.

Estas fantasías pueden durar muchos años.

Pueden estar tristes, preocupados, temerosos, agresivos, etc.

Se vuelven temerosos, sobre todo respecto a la pérdida de sus padres.

Temen que el padre que se va, no los vuelva a ver o que el que se queda, los pueda abandonar también.

Es por eso que los padres deben asegurarles, que siempre los van a querer y que siempre van a estar con ellos.

Esto último, sólo que sea verdad.

Se sienten confusos, por lo que es importante hablar sobre el divorcio y lo que va a pasar, para ayudarlos y darles seguridad y tranquilidad.

Es frecuente que tengan pesadillas, que se quejen constantemente de dolor de cabeza, estómago, etc., que se aíslen o que regresen a conductas más inmaduras.

Dedícales toda la atención que puedas.

Muéstrales tu amor, tanto física como verbalmente.

Ayúdalos a expresar sus sentimientos y anímalos a preguntar, siempre que tengan cualquier duda.

Demuéstrales que entiendes sus temores y que es normal que se sientan mal.

Repíteles constantemente, que ellos no tienen la culpa del divorcio y que no pueden hacer nada por cambiar lo que sucede.

Favorece la relación con el otro padre.

Mantén, en lo posible, sus actividades y rutinas.



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Los niños de 5 a 12 años.



A esta edad ya se dan cuenta de lo que sucede, pero no tienen la capacidad para manejar los problemas del divorcio, ni sus propios sentimientos.

Empiezan a entender lo que significa un divorcio y lo viven como una gran pérdida.

Se sienten rechazados por sus padres y pueden estar enojados con uno o con ambos.

Pueden estar tristes, tener problemas en la escuela, con sus amigos o hermanos y aislarse o actuar agresivamente.

Entre los 6 y los 8, más o menos, se sienten confusos respecto a su propia situación.

Si ya no son una familia, no saben lo que son, ni a donde pertenecen.

Con frecuencia agraden al padre con el que viven e idealizan al que se fue.

Pueden estar muy enojados con uno o ambos padres, porque piensan que son muy egoístas, ya que se divorcian sin pensar en los hijos y se sienten traicionados.

Se sienten poco queridos y muy confusos respecto a sus propios sentimientos, ya que por un lado están enojados con sus padres, pero por el otro, temen perderlos.

Es una edad difícil, porque ya no pueden negar lo que sucede, pero tampoco tienen la capacidad de entender y manejar sus sentimientos.

Pueden sentir que tienen la responsabilidad de cuidar y proteger al padre que ven más solo o más afectado o que, en la casa, necesitan cumplir con las responsabilidades del padre que se fue.

Entre los 9 y 12 años, el sentimiento que más destaca, generalmente es el enojo.

Habla con ellos sobre lo que está sucediendo y sobre lo que va a pasar, pero a su nivel.

Recuerda que es diferente hablar con un niño de 6 años que con uno de 11.

Muéstrales tu amor, siempre que te sea posible.

Anímalos a expresar sus pensamientos, sentimientos y preguntas, pero no los forces.

Respeta su forma de ser.

Repíteles que ellos no son responsables de los problemas entre tu pareja y tú, ni culpables del divorcio.

Apoya la relación con el otro padre y con su familia.


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Los adolescentes (de 13 a 17 años).


Entienden el divorcio, pero no lo pueden aceptar.

Durante esta etapa están más alejados de sus padres, porque dependen mucho de su grupo social.

Les preocupa lo que sus amigos pueden decir o hacer en relación al divorcio.

Pueden dudar de su propia capacidad para establecer relaciones duraderas.

En ocasiones, manipulan emocionalmente a sus padres.

Pueden sentirse tristes, deprimidos o muy enojados y mostrar actitudes hostiles, impredecibles o conductas peligrosas.

La situación económica puede generarles mucha preocupación.

Su autoestima se deteriora.

Platica con ellos todo lo que puedas.

No los engañes, ni les digas medias verdades, pero no compartas con ellos aspectos de tu intimidad.

Sin entrar en detalles muy personales y sin atacar al otro padre, háblale sobre tus cambios de humor y preocupaciones, aclarándole que no tienen nada que ver con ellos.

Tómalos en cuenta para algunas decisiones y dales responsabilidades que sean capaces de cumplir.

Favorece la relación con el otro padre.





Es importante que conozcas su respuesta emocional y la razón de sus diferentes emociones.

En el artículo "Cómo ayudar a los niños, ante el divorcio de los padres" encontrarás algunas sugerencias útiles.

Maneja tus propias emociones: el coraje, la culpa, la sensación de fracaso y el miedo al cambio.

La guía para una mejor comunicación, te puede servir de mucha ayuda.

Muchos de los problemas se mejoran estando más tiempo con los niños.

Si te sientes muy agobiado de actividades, lee sobre el manejo de prioridades.




Psic. Silvia Russek

Lic. En Psicología Clínica.

Especialidad en Terapia Cognitivo Conductual.

Especialidad en Terapia de Pareja.

Terapia por Internet.

Citas:

e-mail: [email protected]






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Silvia Russek.


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