La Imagen corporal y la autoestima son dos aspectos que se relacionan intimamente y, por lo tanto, debemos estar conscientes de lo que pensamos y sentimos al respecto.
¿Tu aspecto físico te está afectando?
![]() |
![]() |
Construye una imagen corporal positiva y fuerte.
“Alimenta a tu fe, y los temores se morirán de hambre”. (Autor desconocido). |
La importancia de nuestra imagen corporal.
Una de las cosas que más se ve afectada cuando tenemos cáncer es nuestra imagen corporal.
Nuestra imagen corporal es algo muy personal que no tiene nada que ver con lo que ven los demás, ni siquiera con la realidad. Es la idea que tenemos de nuestro propio cuerpo y por lo tanto, abarca nuestra manera de pensar, sentir, actuar y relacionarnos con los demás, a partir de este aspecto.
Cuando tenemos una imagen corporal negativa vemos nuestro cuerpo de una manera muy distinta a como realmente es y tendemos a destacar todos sus aspectos negativos y lógicamente, esto repercute en nuestra conducta.
Tendemos a sentirnos inseguros, avergonzados, ansiosos y con frecuencia podemos evitar tener contacto con otras personas para que no nos vean.
No importa cómo era nuestra imagen corporal antes del cáncer. Desafortunadamente, la cirugía y los efectos secundarios de los tratamientos pueden provocar que a partir de dicha enfermedad, ésta se vuelva negativa y sobre todo, debido a que sí estamos partiendo de algún cambio físico que puede resultar desagradable y que dentro del dolor físico y emocional que estamos viviendo, podemos llegar a exagerarlo y a provocar con ello un sufrimiento aún mayor.
Esta situación puede empeorar, debido a la vulnerabilidad que podemos sentir y a que nos volvemos más sensibles a la reacción de la gente que nos rodea, que puede ser negativa e inadecuada.
En estos casos, como a lo largo de todo el proceso, tanto nuestra interpretación como la actitud que tomemos es determinante. Si tenemos una actitud pesimista, podemos ver, por ejemplo, una cicatriz, como una deformación que va a influir muy negativamente en todas las personas que nos vean, por lo que si está en la espalda, vamos a evitar usar traje de baño e incluso ir a la playa.
Por otro lado, si nuestra actitud es positiva, podemos ver esa misma cicatriz como un símbolo de nuestra lucha por nuestra vida y por lo tanto, ni nuestra imagen corporal ni nuestra forma de vida se van a ver afectadas.
El papel del pensamiento
Es importante que tengamos en cuenta que aunque la presión social puede ser fuerte, no tenemos por qué dejarnos llevar por ella, pero para eso es necesario fortalecer nuestra autoestima y trabajar nuestros pensamientos negativos y distorsionados.
Un ejemplo de dichos pensamientos es:
“Es importante evitar la crítica y/o el rechazo de los demás, porque si me critican y rechazan (por mi aspecto físico) significa que soy una persona poco valiosa”.
Este pensamiento es irracional porque nuestro valor personal no depende de mi aspecto físico, ni de lo que piensan o sienten las personas sobre éste. Nuestro valor está determinado por nuestra capacidad para pensar, sentir, reír y sobre todo, tener consciencia de nosotros mismos, así como por el potencial que tenemos para utilizar todo esto para desarrollarnos emocional, psicológico y espiritualmente y este valor no varía, es igual en todo momento, independientemente de lo que hagamos, de la situación en que nos encontremos o de lo que tengamos o dejemos de tener. Además, los pensamientos y sentimientos de la gente son cambiantes y completamente subjetivos.
Psic. Silvia Russek.
Lic. en Psicología Clinica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitiva.
Terapia por Internet. por videoconferencia.
Citas:
e-mail: bienestar.e@gmail.com
¿Sobre qué temas te gustaría leer?
Tu e-mail no queda registrado, por lo que no vas a recibir respuesta.
¿Puedes calificar este artículo, por favor?
Tu e-mail no queda registrado, por lo que no vas a recibir respuesta.
Recuerda: |