Qué es la suerte.




No te preguntes qué es la suerte, si existe la suerte o si se puede cambiar la suerte, pregúntate qué puedes hacer tú para vivir mejor, empieza a actuar y tu vida mejorará notablemente.





¿Crees en la suerte?


Tú puedes cambiar tu suerte.




"Nuestra suerte no se halla fuera de nosotros, sino en nosotros mismos y en nuestra voluntad." J. Robert Oppenheimer (Fisico estadounidense, conocido como el "padre del la bomba atómica").




¿Qué es la suerte?


Cuando hablamos de suerte, nos referimos a la existencia de una serie de hechos o situaciones, afortunados o desafortunados, que se dan debido a la casualidad, al azar o a causas que nosotros desconocemos y que están fuera de nuestro control.


Existen situaciones a nivel existencial, que sólo pueden ser explicadas a través de la suerte, el destino, de la creencia en Dios, el karma, etc.
Situaciones de vida o muerte o en donde la vida de una persona cambia totalmente y realmente no hay ninguna ley física, biológica, psicológica, etc., que explique dicha situación.

Por ejemplo, el caso de algunas personas que se salvaron de morir en el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre.
Personas que todos los días, a la hora del ataque, estaban presentes en alguno de los pisos en donde murió la gente y ese día, por algún motivo, se les hizo tarde y no alcanzaron a llegar.

Este tipo de situaciones sólo pueden ser explicadas de acuerdo a las creencias religiosas, existenciales o filosóficas de cada persona.

Sin embargo, a nivel de la vida diaria es diferente.

¿Te has dado cuenta de que las personas que tienen buena suerte, son positivas, alegres, activas y seguras de sí mismas?
¿Y que las personas con mala suerte son negativas, depresivas, constantemente están enojadas o de mal humor y son desconfiadas?

¿Crees que es casualidad?
¿Piensas que son así como resultado de su suerte?

No.
Es al revés.

Su buena o mala suerte es el resultado de su forma de ser.

Después de una gran cantidad de estudios, se ha demostrado que la buena o mala suerte que vivimos en nuestra vida diaria, es el resultado de:

  • Nuestra actitud ante la vida,
  • nuestros pensamientos y
  • nuestras conductas

El problema es que generalmente no estamos conscientes de dichos actos o de dichos pensamientos, por lo que seguimos repitiéndolos y seguimos culpando a la mala suerte.





La buena suerte.


Los elementos que forman la buena suerte son:

  • Esfuerzo,
  • constancia,
  • creatividad, para buscar nuevos caminos e inventar formas diferentes,
  • flexibilidad, para corregir o cambiar todas las veces que sea necesario,
  • apertura, para ver nuevas posibilidades y diferentes opciones.
  • una actitud relajada, que nos permite percibir las oportunidades,
  • creatividad, para crear nuevas formas y distintos caminos, que fomenten mayores oportunidades
  • esperanza, para confiar en que los sueños pueden ser alcanzados,
  • seguridad personal, que nos permite seguir luchando a pesar de los obstáculos o de los errores,
  • dejarse llevar por la intuición,
  • una actitud positiva, que busca soluciones, no problemas.






La mala suerte


El problema de creer en la suerte, es que cuando lo hacemos, depositamos todo el poder y la capacidad de logro fuera de nosotros, poniéndonos en una situación de impotencia:


"Si me va mal, es porque tengo mala suerte y yo no puedo hacer nada al respecto".

Las personas que tienen este enfoque pesimista y autoderrotista, no se esfuerzan por mejorar y sólo se fijan en los aspectos negativos de cualquier situación y en los errores que cometen, con lo que confirmar su creencia sobre la mala suerte.

La mala suerte está relacionada con algunos hábitos que nos llevan a actuar de manera equivocada y, por lo tanto, a obtener resultados negativos:

  1. Esperar que las cosas sucedan, en lugar de hacer que sucedan.
  2. Ser pesimistas.
  3. Culpar a los demás de nuestros errores.
    Con esta actitud: No aprendemos de nuestros errores, por lo que los volvemos a cometer. Le damos a los demás el control total de lo que sucede, sintiéndonos impotentes, inseguros y dejando de actuar.
  4. Fabricar excusas.
    En lugar de enfocarnos en las soluciones, perdemos el tiempo buscando excusas que justifique nuestro comportamiento y nos den "permiso" de seguir sin hacer nada al respecto.
  5. Actuar impulsivamente sin analizar las consecuencias.
  6. Ser exageradamente autocrítico.
    Esta actitud evita que actuemos por temor a equivocarnos.
  7. Ser muy tensos o preocupones.
    Las personas que se angustian o tensan con facilidad tienden a ser muy poco observadoras y cuando lo son, sólo se fijan en los aspectos que pueden ser problemáticos.





¿Qué puedes hacer?


  1. Aprende a pensar positivamente.
    Nuestros pensamientos determinan nuestra conducta y nuestra realidad.
    Si piensas que te va a ir mal, te va a ir mal.
    Pero si estás convencido de que te va a ir bien, estás dando un paso muy importante para lograr el éxito en aquello que deseas.

    Un refrán del Taoísmo chino, dice:"si crees que puedes, tienes razón y si crees que no puedes, también tienes razón".

  2. Actúa.
    No te quedes sólo en el deseo, los sueños o las metas.
    Aunque el pensamiento positivo es el primer paso, la acción es indispensable.

  3. Reconoce tus errores, no para sentirte culpable, sino para aprender de ellos.
    Todos nos tropezamos, pero si tropezamos con la misma piedra no es mala suerte, es inconsciencia o torpeza de nuestra parte.

  4. La buena suerte está formada por esfuerzo y constancia, recuérdalo.

  5. No dejes las cosas para mañana.
    Las oportunidades pueden pasar delante de ti, pero no se van a quedar estacionadas indefinidamente.

  6. Busca las oportunidades y aprovéchalas.
    Pocas veces las oportunidades van a tocar a nuestra puerta y a mantenerse allí hasta que estemos dispuestos a hacer algo al respecto.
    Necesitamos salir a buscarlas y cuando las encontremos, luchar por ellas.

  7. Si piensas que en el pasado tuviste mala suerte, olvídate de ese pasado.
    Hoy eres una persona diferente, con más experiencia y puedes desarrollar una nueva actitud.
    Por lo tanto, no tienes porque repetir los errores del pasado, si no quieres.

    Si crees que en estos momentos tienes mala suerte, quizás es necesario hacer cambios importantes en tu vida.
    Hazlos, pero analiza las situaciones.

  8. Los resultados de la buena suerte no son inmediatos, aprende a ser constante y a tener paciencia.
    Si no obtienes a corto plazo lo que deseas, no abandones, date un tiempo lógico, razonable y adecuado al objetivo en el que estás trabajando.

  9. Aprende a ver las dificultades y los fracasos como retos que puedes vencer y que te van a ayudar a aprender nuevas cosas con las que en el futuro triunfarás.

    Pregúntate:
    ¿Cómo es mi actitud actual, ante los problemas y dificultades?
    ¿Me atrevo a soñar y a ponerme objetivos importantes o me conformo con lo que sea?
    ¿Cuando me propongo algo, actúo con confianza o dudo de mi capacidad?
    ¿Me considero capaz de lograr mis metas? ¿Qué pienso de mi actitud en el pasado
    ¿Qué puedo aprender de mis errores o "fracasos" del pasado"?

    Contesta cada una de estas preguntas por escrito y trabaja para desarrollar una mejor actitud.








Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitivo Conductual.
Terapia por Internet, por videoconferencia.
Citas:
e-mail: [email protected]





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Recuerda:

El camino al éxito, está formado por información, acción y perseverancia.
Cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la meta.

Tú puedes lograrlo.

Silvia Russek.




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