Problemas económicos y estrés.

El dinero, nuestras necesidades y nuestra percepción.

El dinero es una parte fundamental de nuestras vidas.

El estrés generado por el dinero, puede estar causado por:

• Deudas,
• falta de ingreso económico,
• dificultad para satisfacer las necesidades básicas,
• incapacidad para cubrir las expectativas personales, familiares o del negocio,
• temor a perderlo,
• etc.

Lo importante no es cuánto dinero tienes, sino el valor que le das.
El lugar que ocupa en tus prioridades.

Si tienes lo que necesitas y, sobre todo, si estás contento con lo que tienes.

$20,000 pesos ¿es mucho dinero o es poco?
Depende de a quién se lo preguntes.

Para alguien que gana $5,000 pesos mensuales, es mucho.
Para alguien que tiene varios millones de pesos, no es nada.

¿Qué significa el dinero para ti? 

El dinero nos genera estrés por dos razones diferentes:

• Nos falta para cubrir nuestras necesidades básicas y las de nuestra familia:
  
• comida,
• casa,
• ropa,
• gastos médicos,
• educación,
• transporte.
• Le damos un valor psicológico. Es decir, nos calificamos de acuerdo a la cantidad que tenemos o que queremos tener.

Creemos que cuando tenemos mucho tenemos poder, somos valiosos, importantes, la gente nos quiere o nos toma en cuenta, somos exitosos, etc.

Creemos que con eso vamos a vivir felices.
Por lo tanto, aseguramos que el dinero es el que nos da nuestro bienestar y felicidad.

Y si no lo tenemos, pensamos que es todo lo contrario.

Pensar así es un gran error.

Pensamos así, porque es lo que piensa la mayor parte de la gente.

El hecho de que millones de personas crean algo, no significa que tienen razón.
Sólo significa que muchísima gente aprendió una creencia equivocada.

Si el dinero proporciona la felicidad, ¿por qué tanta gente rica y poderosa no es feliz?
¿Por qué nunca tienen suficiente y buscan más, aunque tienen tanto, que difícilmente se lo van a acabar?

¿Por qué hay gente pobre que es feliz?

El dinero sí es necesario e indispensable en muchas ocasiones.
Necesitamos poder comprar comida, para vivir.
Pero no necesitamos filete, fruta importada, ni grandes lujos.

Necesitamos un techo que nos proteja.
Pero no una casa enorme o con acabados de lujo.

Si la tenemos, que bueno.
Disfrutémosla.
Pero si no la tenemos, no vale la pena que vivamos enojados o angustiados por eso.

Con esta actitud, sólo nos provocamos un mayor sufrimiento.
Y al centrarnos en lo que no tenemos, dejamos de apreciar lo que sí tenemos.

¿Qué hacer?

Si tu situación económica te provoca estrés, elabora un presupuesto, distinguiendo entre lo indispensable, lo necesario, lo importante y lo prescindible (aunque sea deseable).

Revisa tu escala de valores.
Quizás es el momento de reevaluar algunos aspectos de tu vida.

¿Tus expectativas y necesidades están basadas en valores culturales, que sólo te están haciendo sufrir?

Con frecuencia sufrimos o nos enojamos por algo que no tenemos y si lo obtenemos, nos hace felices sólo un par de días o semanas.
Luego nos acostumbramos, dejamos de disfrutarlo y empezamos a poner nuestra atención en otra cosa que no tenemos y que quisiéramos.

Esta actitud sólo nos hace perder el tiempo, nuestra energía y todo lo positivo que sí es parte de nuestra vida.

¿Crees que vale la pena?

No te califiques por la cantidad de dinero que tienes.
Es un gran error.
Es una creencia equivocada de la sociedad.

No te regañes por lo que no tienes.
Si hay la opción de un ingreso extra de tu parte o de parte de algún miembro de tu familia, búscala.

¿Quiénes son las personas involucradas directamente en tu situación económica?
Pídeles que te ayuden y apoyen para llevar a cabo los cambios necesarios, ya sea para aumentar los ingresos o para disminuir los gastos.

Habla con ellos abiertamente, pero no se ataquen, ni busquen culpables.

Aprende a valorar y disfrutar otros aspectos de tu vida que están bien: tu salud o la de tus familiares, la familia que tienes, los amigos, tus capacidades físicas y mentales, etc.

Recuerda que no importa qué tan mal puedas estar, siempre hay muchísima gente que está mucho peor.
Si no tienes zapatos nuevos, piensa en las personas que ni siquiera pueden caminar.

Esto no es conformismo, es reconocer, disfrutar y valorar todo lo positivo de nuestra vida.

Aprende a agradecer lo que tienes.
Disfrútalo.

Busca la manera de vivir y sentirte mejor.
No bases tu felicidad, sólo en lo material

Toma una actitud activa ante la vida.
No permitas que tu situación y tus problemas te hagan sentir que eres víctima de las circunstancias.
Siempre podemos elegir nuestra actitud ante los problemas que vivimos.