¿Eres un mentiroso?

Cuídate, de las consecuencias.

¿Por qué mentimos?

¿Acostumbras decir mentiras “blancas” o “piadosas?
¿Crees que, en ocasiones, la mejor respuesta es una mentira?

Todos hemos mentido, en más de una ocasión.

Lo hacemos para:

• Eludir la responsabilidad de nuestros actos.
• Dar una mejor imagen de nosotros mismos.
• Evitar hacer sentir mal o “herir” a alguien.
• Manipular a los demás.
• Defendernos de una agresión.
• Proteger nuestra identidad.
• Evitar conflictos.
• Sentirnos más inteligente que quien se cree la mentira.
• Evitar el enojo de los demás.
• Encubrir nuestros errores.
• Perjudicar a otras personas.
• Etc.

La mentira y sus problemas.

Independientemente de cómo nos justifiquemos, la mentira nunca es nuestra mejor opción, ya que, generalmente, para que no nos descubran, tenemos que seguir mintiendo una y otra vez.
Además, cuando la gente se da cuenta de que mentimos, perdemos nuestra credibilidad y su confianza y difícilmente nos vuelven a creer.

Otros problemas que pueden surgir por el hecho de mentir son:

1. Puede suceder, que acabemos creyéndonos parte o todo lo que decimos, lo que nos lleva formarnos una autoimagen irreal, que nos puede traer problemas.
2. Al saber que nosotros mentimos con facilidad, podemos creer que los demás también lo hacen y ello nos puede llevar a ser desconfiados.
3. Podemos provocar situaciones o respuestas en la gente que nos escucha, que no nos gustan o que no son las que esperábamos y eso puede generarnos coraje, conflictos, etc.
4. Nos impide crear relaciones íntimas y comprometidas.
5. Podemos causarle problemas a otras personas.

Generalmente, aprendemos a mentir desde pequeños, pero si nuestros padres no nos corrigen y/o si el hecho de mentir nos da resultado, podemos seguir mintiendo a lo largo de toda la vida, hasta llegar, incluso, a lo que se conoce como mitomanía, es decir, a mentir de una manera patológica, sin que podamos evitarlo, aun cuando no hay motivo para hacerlo.

Con frecuencia, las mentiras están relacionadas con una baja autoestima, con la falta de algunas habilidades sociales como son: una buena comunicación, ser asertivos y con emociones y características personales, como el temor al rechazo, dificultad para responsabilizarnos, etc.

¿Qué puedes hacer?

Para dejar de mentir, debemos descubrir qué es lo que nos lleva a hacerlo y trabajar sobre ese aspecto.

Lleva un diario de mentiras y anota en él, cada vez que mientas, cuál es la situación, a quién le mientes y cuál es el motivo.
Este diario te sirve tanto para ver qué tan frecuentemente mientes, como para analizar las causas.

Haz un compromiso, contigo mismo, para premiarte cada vez que te obligues a decir la verdad y castigarte cada vez que mientas.
Estos premios y castigos pueden ser, dándote o quitándote la oportunidad de hacer cosas que te gustan.

Analiza cuáles son los pensamientos equivocados que te impiden decir la verdad y cámbialos por otros más adecuados.

Desarrolla tu autoestima y las habilidades y herramientas que te hacen falta, como por ejemplo ser más asertivo, aprender a responsabilizarte, etc.

Si no puedes vencer este hábito tú solo, busca la ayuda de un psicólogo-

Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitivo Conductual.
Terapia por Internet, por videoconferencia.

citas: e-mail: [email protected]

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