Puede haber situaciones que están más allá de nuestra capacidad de enfrentar, dejándonos vulnerables y aterrados, pero no debemos permitir que se conviertan en nuestra prisión.
¿Algún evento te dejó traumado?
Es momento de buscar una solución.
"El trauma no es lo que tú eres. Es algo que te hicieron o que te sucedió". Coral Anika Theill (Escritora americana). |
¿Qué es el estrés postraumático?
¿Has vivido un evento traumático, en el que tu vida o integridad física ha estado en peligro?
¿Una situación aterradora, acompañada de un miedo sumamente intenso y una gran sensación de impotencia, porque no tienes como evitarla o escapar de ella?
¿Conoces a alguien que lo haya vivido?
Tú o cualquier persona que lo haya hecho, puede ser víctima del estrés postraumático.
Como su nombre lo indica, este tipo de estrés puede ser el resultado de haber vivido una experiencia traumática, como por ejemplo, un terremoto, inundaciones, un incendio, una violación, un asalto o secuestro, una guerra, etc. y puede surgir inmediatamente después del evento o hasta seis meses después de que éste ocurrió.
Sin embargo, no todos los que viven ese hecho se ven afectados por este tipo de trastorno. Una gran parte de las personas que se enfrentan a una situación de este tipo, pueden tener los síntomas del estrés postraumático durante un tiempo, para después, ver cómo van disminuyendo a lo largo del tiempo, hasta que desaparecen.
Cuando esto último no sucede, es necesario buscar ayuda.
Una de las principales características de este trastorno, es que se viven los recuerdos de lo sucedido, una y otra vez, con la misma intensidad con la que se dieron en la situación real, sin la posibilidad de controlarlos, es decir, la persona se ve agobiada por imágenes de lo sucedido, que no dependen de su voluntad y que surgen en cualquier momento.
Esto se debe a que el trauma no puede ser integrado a la memoria como un hecho del pasado, sino que sigue estando presente en su mente, como si realmente lo estuviera viviendo por primera vez.
Este tipo de estrés puede presentarse inmediatamente después del evento vivido o hasta seis meses después.
En ocasiones, cuando se presenta de inmediato, puede ir mejorando con el paso del tiempo, pero en otras puede mantenerse por años y volverse crónico.
A pesar de que no se conoce la causa de este trastorno, se sabe que puede afectar a cualquier persona, independientemente del sexo o edad, pero se ha encontrado que hay factores físicos, genéticos, psicológicos y sociales que pueden influir en su desarrollo. Además existe un factor acumulativo, es decir, que mientras más eventos de este tipo se hayan vivido, mayor la probabilidad de desarrollarlo.
Lo que si se ha podido observar es que el evento provoca una alteración constante en la respuesta normal de estrés de las personas y alteran tanto la producción de las hormonas del estrés, como el funcionamiento de los neurotransmisores relacionados.
Una persona puede llegar a experimentar estrés postraumático sin haber vivido directamente la experiencia que lo provoca, cuando se implica a tal grado, que empieza a sentirse vulnerable y a vivir el miedo que la situación provoca.
Síntomas del estrés postraumático.
Además de las imágenes revividas con intensidad, podemos encontrar algunos de los siguientes síntomas:
¿Qué puedes hacer?
En primer lugar, aceptar que es una reacción normal ante lo que te sucedió y que es necesario que busques ayuda.
Busca toda la información que necesites, no te quedes con dudas.
Expresa tus emociones pero con las personas adecuadas, aquellas que te escuchen con respeto, atención y empatía, pero sin que alimenten tus sentimientos negativos.
Habla sobre lo que te sucedió, como un hecho pasado.
Lleva a cabo el proceso de duelo respecto a las pérdidas que tuviste, incluyendo el sentimiento de seguridad y tu autoimagen.
Ten en cuenta que los recuerdos, como tal, no van a desaparecer, pero lo importante es que aprendas a manejarlos y a controlarlos, para que no te abrumen y no te provoque emociones tan intensas.
Aprende a detectar tu diálogo interno y cambia los pensamientos irracionales que te están perjudicando.
Es importante la exposición a situaciones reales o imaginarias, que tengan algún estímulo que te recuerde lo sucedido, pero con un psicólogo calificado.
Acude a grupos de apoyo que se encuentren en la misma situación.
Aprende a relajarte.
Practica técnicas de respiración.
Si te es posible, haz yoga.
Lleva a cabo actividades que sean agradables para ti o que lo hayan sido antes de la situación vivida.
Acude al médico, para que te recete, si es necesario, pero evita automedicarte o recurrir al alcohol o las drogas, para sentirte mejor.
Haz ejercicio.
Aliméntate sanamente.
Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitiva.
Terapia por Internet. por videoconferencia.
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