El éxito y el fracaso,
en tiempos de crisis.




Cuando vivimos una crisis, nuestra jerarquía de valores marca la diferencia entre tener éxito al enfrentarla o fracasar y aumentar nuestro sufrimiento y nuestros problemas.




¿Cual es tu actitud
durante y después de las crisis?


¿Tus valores te ayudan
o te perjudican?



"El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo". Antoine de Saint Exupery (Escritor y aviador francés, autor de El principito).



El éxito y nuestros valores.



¿Qué significa el éxito para ti?
¿Cómo consideras que es tu vida, en estos momentos de crisis?
Cuando piensas en lo que has hecho a lo largo de tu vida, ¿te identificas más con la palabra éxito o con la palabra fracaso?

Estamos acostumbrados a calificar lo que hacemos y en función de ello, a nosotros mismos, como un éxito o un fracaso.
Al actuar así, no nos damos cuenta de que nos estamos poniendo una trampa, que puede fácilmente, llevarnos a una baja autoestima, una insatisfacción constante e, incluso, una depresión.

¿Por qué?

La palabra éxito, significa diferentes cosas para distintas personas, dependiendo de los valores de cada quién.

Por ejemplo:
Si para nosotros, el dinero y la fama son valores importantes, cada ves que vemos a alguien que tiene mucho dinero o que es muy famoso, pensamos que es una persona exitosa y cuando vemos a alguien que no lo tiene o que lo ha tenido y lo ha perdido, muy probablemente lo calificamos como poco exitoso e incluso, como fracasado.

Lo mismo sucede con cualquier otro valor: inteligencia, bondad, maldad, astucia, belleza, poder, capacidad de compromiso, ser sociable, capacidad para manipular a las personas, etc., etc.

Si obtenemos lo que consideramos valioso, decimos que hemos tenido éxito, si lo perdemos, sentimos que hemos fracasado.





La crisis, el éxito y el fracaso.

En la cultura occidental, la mayor parte de nuestros valores:

  • son externos, como el tener dinero y cosas materiales,
  • dependen, en gran parte, de la apreciación de los demás, como la fama y el estatus social y
  • pueden depender de la conducta de otras personas, como el poder.

Cuando nuestros valores (aquello que consideramos valioso) tienen estas características, los podemos perder con mucha mayor facilidad, que cuando son internos y dependen exclusivamente de nosotros y de nuestro trabajo personal.

Cuando esto sucede, tendemos a sentirnos fracasados, nuestra autoestima disminuye de manera importante y esta misma disminución, impide o dificulta que luchemos por mejorar las cosas, por lo que nuestra sensación de fracaso aumenta, dándose así, un circulo vicioso.

Durante una crisis, sobre todo si es económica, los aspectos que podemos perder con mayor facilidad son, precisamente, los relacionados con este aspecto: dinero, posesiones materiales, poder, fama, etc.
Si esos son nuestros valores principales y nuestra autoestima y/o felicidad dependen de ellos, independientemente del tamaño de la pérdida y de que sigamos teniendo una buena posición económica o no, nos vamos a encontrar con que:

  • Emocionalmente, (en cuanto a estrés, angustia, enojo y/o depresión), la crisis nos va a afectar con una gran intensidad.
    Nos va a afectar mucho más, que a cualquier persona cuyos valores principales no sean el dinero, el estatus social, etc., aunque las pérdidas de esa persona sean mayores que las nuestras.

    En ocasiones, esta intensidad puede ser difícil de entender, sobre todo si nuestra forma de vida no se ve afectada de una manera importante.
    Pero más que la pérdida real, lo que nos afecta es lo que esa pérdida significa para nosotros.
  • Nos cuesta mucho trabajo encontrar las soluciones adecuadas y llevarlas a cabo correctamente, ya que la intensidad de las emociones que estamos viviendo y la disminución de nuestra autoestima, nos afectan de tal manera, que dificultan nuestra capacidad de análisis y de acción.
  • Nuestro sufrimiento se retroalimenta constantemente, afectando las demás áreas de nuestra vida.
    Es como una bola de nieve, que al rodar se va haciendo cada vez mayor.
    Mientras más estrés, enojo o cualquier otra emoción negativa tengamos, va a ser más difícil que podamos actuar y relacionarnos adecuadamente, por lo que se van a incrementar nuestros problemas en otras áreas de nuestra vida.






¿Qué puedes hacer?

Independientemente de que necesitamos solucionar los diferentes problemas que se nos presentan, generalmente las crisis son una excelente oportunidad para conocernos mejor.
Posiblemente lo que menos deseas, es escuchar estas palabras, pero no por eso dejan de ser ciertas.

Tu reacción ante las crisis, no sólo te muestran tus valores, lo que es muy importante, sino que te permite ver muchos aspectos de tu personalidad, que quizás no conocías, pero que es necesario, para desarrollarlos o eliminarlos.

Una crisis nos enfrenta, en ocasiones, a situaciones que muchas veces no podemos cambiar.
Sin embargo, siempre podemos cambiar nuestra actitud y forma de reaccionar ante dichas situaciones.

El éxito personal está íntimamente relacionado con este aspecto, porque es algo que depende totalmente de nosotros y nadie nos lo puede quitar.
Es algo que, si estamos conscientes de ello, nunca vamos a perder.

Este puede ser nuestro principal valor y la base de nuestra felicidad y bienestar.
Nuestra autoconsciencia, nuestra capacidad para crecer internamente y para buscar nuestro bienestar interno y así poder disfrutar de lo externo.

Para cambiar nuestros valores externos y desarrollar nuestros valores internos es necesario conocer cuáles son los que dirigen nuestra vida actual.
Pregúntate:

¿Que es lo más importante para mí?
Si analizo mi conducta, ¿qué es lo que dice de mí?
¿Si pierdo….. cómo me siento?
¿Si pierdo….. qué me pasa?
Estas dos oraciones anteriores escríbelas varias veces, completándolas con diferentes cosas para que te ayuden a descubrir tus verdaderos valores.

¿Donde y de quién aprendí mis valores actuales?
¿Me hacen realmente feliz en estos momentos?
¿Qué cosas más personales e íntimas podrían hacer mi vida más feliz?
¿Qué cosas o personas hay en mi vida, que no daría yo a cambio de dinero, fama, etc.?
¿Qué me hacía feliz de pequeño o de joven, antes de que entrara en la competencia social?

Contesta a las preguntas, analiza muy honestamente tus respuestas y trata de encontrar que valores podrían proporcionarte una mayor felicidad, aun en tiempos de crisis.




Psic. Silvia Russek.
Lic. en Psicología Clinica.
Especialidad en Terapia de Pareja.
Especialidad en Terapia Cognitiva.
Terapia por Internet. por videoconferencia.
Citas:
e-mail: [email protected]

Visita el blog mi bienestar
haciendo click en la foto: 








Te recomiendo los siguientes artículos:
Desarrolla tu fuerza de voluntad.
Falta de motivación.
Poca tolerancia a la frustración.
Miedo al fracaso.
Miedo al éxito.
Autoestima, la llave de tu bienestar.
Tipos de autoestima.
Fortalece tu autoestima, mejora tu vida.
Los obstáculos en nuestra vida.
La comparación con los demás y el daño que nos causa.
Autoimagen, nuestro espejo interno.
Mejorara tu autoestima y calidad de vida.
La importancia de establecer metas .
Las metas y el éxito.
El estrés y nuestros pensamientos.
Inseguridad sobre el futuro.
Miedo al cambio.





¿Sobre qué temas te gustaría leer?
Tu e-mail no queda registrado, por lo que no vas a recibir respuesta.


¿Puedes calificar este artículo, por favor?
Tu e-mail no queda registrado, por lo que no vas a recibir respuesta.




Recuerda:

El camino al éxito, está formado por información, acción y perseverancia.
Cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la meta.

Tú puedes lograrlo.

Silvia Russek.




avanafil generico buy cialis orgeneric tadalafil